Es innegable el miedo casi generalizado que se siente frente a la extracción de las muelas cordales. Lamentablemente, este procedimiento que debería ser seguro y tranquilo, para muchas personas se ha convertido en su peor pesadilla.
Estas últimas cuatro muelitas deben ser extraídas ya que literalmente no caben en los maxilares, y por tanto, salen en mala posición o muchas veces ni siquiera pueden salir fuera y se quedan incluidas dentro del hueso que las soporta.
Normalmente una persona está provista de 32 dientes, pero solo hay espacio suficiente en la boca para alojar 28 de ellos. Esta anomalía se debe principalmente a procesos evolutivos del ser humano y a cambios en nuestros hábitos de alimentación. Las dietas demasiado blandas han hecho que no se desarrollen bien nuestros maxilares.
Por su parte el cuerpo humano hace por sí mismo una selección natural, desechando lo que no necesita, y al parecer ha decidido no necesitar de las muelas cordales. De hecho, en la actualidad son muchas las personas que están naciendo sin todas o con solo algunas de estas cuatro muelitas.
De no ser extraídas las cordales, se pueden generar graves problemas tales como procesos infecciosos, inflamación y dolor, formación de quistes o tumores, deterioro del hueso maxilar, malformación facial, apiñamiento de los demás dientes y daño en los molares que están junto a las cordales.
Por su complejidad, lo más recomendable es que la extracción de las cordales, la realice un Especialista en Cirugía Oral y en un consultorio debidamente adecuado. Esta delicada cirugía siempre debe hacerse con apoyo radiológico antes, durante y después del procedimiento y utilizando el instrumental adecuado e insumos de la mejor calidad.
Si las cordales están completamente incluidas, es decir que nunca salieron o se encuentran en una posición que hace más difícil y riesgosa la cirugía, lo más recomendable es realizar el procedimiento bajo Sedación. Así el paciente estará más tranquilo y seguro y se evitaran mayores traumas. Una verdadera extracción de cordales sin dolor.
Lamentablemente, cuando la extracción no se hace por parte de un Especialista idóneo se pueden presentar problemas graves tales como fracturas del hueso maxilar, procesos inflamatorios agudos, dolores severos, luxación de la Articulación temporomandibular, restos que se quedan en el maxilar al romper la cordal o su raíz y daños graves en nervios y arterias mandibulares; que a la postre pueden causar parálisis facial.
Recuerde poner manos expertas la extracción de sus cordales, ya que de no hacerlo se podría convertir en la peor de sus pesadillas.
Dra. Ana Fernanda Soto Neira
Odontóloga – Universidad del Valle
Especialista Rehabilitación Oral – CIEO – Universidad Militar
Especialista Estética Dental – New York University
Directora en Becerra & Soto odontología de ALTA ESPECIALIZACIÓN Cali
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